«Eso no suena natural. Enseguida se darán cuenta de que sólo estás actuando». Sacudí la cabeza mientras criticaba la forma en que decía mi nombre.
Aun así, eso no es lo más importante. Más que avergonzarse de llamarme por mi nombre de pila, a Otsuka-senpai probablemente le pareció poco natural; lo más probable es que sea una prueba de que no está acostumbrada a estar tan cerca de un chico.
«¿Eh? Necesito practicar para decirlo sin tartamudear, Onoda-erm, Ruki…»
Otsuka-senpai frunció el ceño al equivocarse una vez más. Pero cuando notó mi sonrisa dirigida a ella, la chica me golpeó el brazo en señal de protesta.
«¿Es así de divertido para ti?»
«Realmente no, sonrío porque no todos los días puedo verte luchar así». Respondí rápidamente, exasperándola aún más.
La mayoría de las veces, se me ponía delante toda burbujeante y juguetona. Siempre que tengo la oportunidad de burlarme de ella, es más frecuente que se ría contenta que que se enfade o se avergüence. Por eso, verla actuar así era realmente una rara ocasión.
«Qué malo kouhai…» Otsuka-senpai puso mala cara. Sus débiles golpes cesaron y fueron sustituidos por su antinatural agarre de mi manga, como si intentara tirar de ella. Su voz contenía una pizca de impotencia, probablemente porque sabía que su protesta no serviría de nada.
Contrariamente a sus expectativas, mi respuesta fue diferente. Me metí en el papel de su ‘novio’ y empecé a actuar en consonancia.
Me acerqué a ella y dejé que nuestros hombros se tocaran. Después, mi pulgar, que seguía acariciando su mejilla, se acercó a sus labios, recorriéndolos con suavidad y cuidado.
Otsuka-senpai estuvo a punto de quedarse helada, pero el hielo no tardó en descongelarse. Su mirada siguió el movimiento de mi pulgar y sus labios no tardaron en relajarse.
Podía sentir cómo poco a poco se iba sintiendo atraída por mí. No sólo por su curiosidad, sino también por mi delicadeza con ella. Por muy excitada que me pareciera, esta chica probablemente se preparaba para cualquier cosa que pudiera pasar entre nosotros.
«Así es. Soy un Kouhai malo. Sin embargo, Karen. No soy tu Kouhai en este momento, ¿verdad? Somos pareja».
Sus ojos púrpuras temblaban mientras se enfocaban lentamente en mi cara. Cuando finalmente se estabilizó, su cabeza se movió ligeramente, afirmando lo que dije.
Quizá si alguien nos observara desde lejos, podría pensar que la estaba acosando y que no podía moverse por el susto. Sin embargo, si nos miraran de cerca, descubrirían que es ella la que se aferra a mí.
«De acuerdo. Puedes acostumbrarte poco a poco a dirigirte a mí de esa manera. No eres tan desvergonzada como yo así que… es natural que no puedas hacerlo perfectamente de inmediato».
Aunque podía ser divertido verla seguir esforzándose, decidí darle un breve respiro.
«Vale, R-ruki. Me acostumbraré a esto…».
La chica asintió continuamente antes de que una sonrisa asomara en su rostro. Su mano que sujetaba mi manga se aflojó antes de colocarla sobre mi cara.
No se lo impedí, dejándola hacer lo que quisiera.
No tardó mucho en copiar lo que yo hacía. Me acarició la mejilla y dejó que su pulgar recorriera mis labios.
Poco a poco, se quedó absorta e inconscientemente acercó mi cabeza a la suya.
En ese momento, le rodeé la espalda con un brazo, eliminando la poca distancia que quedaba entre nuestros cuerpos.
Si antes estábamos sentados sobre dos rocas, ahora, compartimos una.
Sin embargo, a ella no le molesta. De hecho, el corazón de Otsuka-senpai empezó a latir con fuerza. En cuanto a si es consciente de ello o no, no tengo ni idea.
Sin embargo, estamos empezando aquí.
«Karen, pasemos a la siguiente parte, ¿de acuerdo?» Dije después de que su fascinación por acariciar mis labios llegara al máximo.
Casi de inmediato, sus hombros saltaron de sorpresa mientras sus ojos volvían a centrarse en los míos.
«¿Siguiente parte?
«Mhm. No estarás pensando que podremos engañar a tus amigos sólo con eso, ¿verdad? Tenemos que hacerlo creíble».
«Oh. Tienes razón… Tenemos que interpretar el papel a la perfección». Los ojos púrpura de Otsuka-senpai parecían haber perdido parte de su luz mientras su mano que me acariciaba la mejilla se deslizaba hacia abajo y caía sobre mi hombro. Por lo que parece, no confía en hacerlo bien.
«No te preocupes. Al igual que con mi nombre, no te obligaré a acostumbrarte enseguida. Puedes decirme si te incomoda. Haré los ajustes necesarios». aseguré a la chica, lo que eliminó la opacidad de sus ojos, habitualmente brillantes.
Su expresión burbujeante volvió y una hermosa sonrisa surgió de sus labios.
«Ruki, gracias».
«Deja eso para más tarde, Karen. Estoy cumpliendo mi promesa y mi responsabilidad contigo, ¿no?».
«¿Eso es todo? ¿No estás interesada en mí?»
Bueno, yo también me estaba cuestionando si esa era la única razón. Tal vez sólo estaba haciendo la vista gorda a mi interés en ella ya que ella tampoco me miraba de la misma manera. Porque en mi cabeza, no soy más que un enorme manojo de curiosidad que ella quería desplegar.
«¿Tienes curiosidad?»
«Sí…»
Claro que sí.
«Mhm… No puedo dar una respuesta directa pero digamos que… No me importa dividir mi tiempo con mis chicas para conocerte así».
«Ya veo. Estás sacrificando el tiempo que deberías pasar con ellas por mí».
Esta chica… aunque no está mal, tampoco está del todo bien. Porque no estaría aquí sin decírselo de antemano. Por eso no es un sacrificio.
Le di un golpecito en la frente antes de negar con la cabeza.
«No le des tantas vueltas, Karen. Por ahora, centrémonos en la siguiente parte, ¿de acuerdo?».
Con las mejillas infladas, me hizo un puchero: «Vale… Dime qué es lo siguiente».
Eso puso una pequeña sonrisa en mi cara, pero como siempre, no es razón suficiente para que me detenga.
Y así, un momento después, empecé a moverme de nuevo.
«Esto…» Mientras arrastraba mi voz hasta allí, guié su cabeza hasta mi hombro. Mi mano en su cintura se tensó, dejando que mis dedos palparan más de su suave piel bajo la camisa.
Ella no opuso mucha Resistencia, pero cuando se dio cuenta de lo que pasaba, el cuerpo de Otsuka-senpai empezó a calentarse.
Pero yo aún no había terminado. Giré mi cabeza en su dirección y presioné mis labios en su frente.
Me resultaba difícil ver bien su cara, pero ya podía imaginármela congelándose de nuevo mientras se iba haciendo a la idea poco a poco.
Pero antes de que pudiera moverse o decir algo, continué: «A partir de este momento, actuaré de forma más íntima contigo, Karen. Puedes intentar igualarme o familiarizarte poco a poco con esto. Por supuesto, si es demasiado para ti, dímelo enseguida».
Tardó un minuto, pero pronto consiguió dominarse. Levantó la cabeza para buscar mis ojos y me hizo un gesto con la cabeza.
«Entiendo… Yo también me acostumbraré».
Al decir esto, su rigidez se relajó y pareció sentirse más cómoda. Puso la mano que antes sujetaba la mía encima de la misma mano que ahora estaba en su cintura.
Todavía hay incertidumbre en sus movimientos, pero gracias a eso, su curiosidad aún no se había disparado de nuevo. Al poco rato, acercó su mano libre a mi cara.
Comprendiendo lo que quería que hiciera, la agarré y dejé que nuestros dedos se entrelazaran.
«Ruki, este debe ser como cualquier otro día para ti. Siempre eres así de íntimo con las chicas que te rodean». Dijo Otsuka-senpai mientras observaba detenidamente nuestras manos cubriéndose la una a la otra. La palma de su mano volvía a estar sudorosa, pero supongo que eso ya no es un problema.
Intentó mover los dedos para sentir la conexión con claridad. Al final, su pulgar fue subyugado por el mío.
«Sí, así es». Le contesté: «Igual que esta vez, me siento eufórico sólo de poder tenerlas en mis brazos».
«¿Qué quieres decir con igual que esta vez?».
«Quiero decir tal cual, Karen. Yo también estoy eufórico en este momento. ¿No somos pareja?»
«Oh … Así que eso es lo que querías decir …»
Ella sonaba un poco decepcionada allí. Pero eso era de esperar, se olvidó de que estamos en medio de un acto. Sin embargo, no es como si le estuviera mintiendo.
«No estés tan triste. Tú también deberías sumergirte en esto, Karen. Aunque no diré que tengas que actuar como si estuvieras enamorada de mí, al menos trátame como a tu novio.»
«¿Eh? Eso es confuso, R-ruki. ¿No deberías amar a la persona con la que sales?».
«Es cierto, pero no siempre es así. A veces, hay parejas que empiezan a salir sin estar enamoradas. A veces es unilateral, pero muchas veces lo hacen para averiguar si pueden enamorarse de su pareja.»
«Ya veo… He aprendido algo nuevo».
«¿Satisfice un poco tu curiosidad?
«Un. Lo hiciste…» Los ojos violetas de Otsuka-senpai me deslumbraron mientras sus labios se estiraban en una sonrisa satisfecha.
Tardó un rato, pero en ese momento empezó a actuar con más naturalidad.
«Estupendo. Continuemos así entonces… Por favor, cuida de mí, Karen».
«Sí… Puede que me falte pero por favor cuida de mí también, Ruki.»
«Entonces, pasemos a la siguiente parte».
Después de hacer una pequeña reverencia, Otsuka-senpai volvió a levantar la cabeza y empezó a reírse. Yo también me reí de lo tontos que parecíamos los dos.
